Heritage
Descubre la elegancia de Philip Watch
En 1858 el maestro relojero François Philippe fundó su marca en Nápoles.
François formaba parte de la numerosa comunidad suiza que habitaba en la ciudad que atraía comerciantes, banqueros, científicos y artesanos de toda Europa.
Fueron ideados en Nápoles pero eran producidos en Suiza y con este doble pasaporte comenzaron a darse a conocer en Europa, obteniendo la apreciación por su diseño y por la técnica impecable.
El tiempo transcurrió y las riendas del laboratorio pasaron a su hijo Jean, que transfirió la Maison a Bienne, nuevo corazón palpitante del arte relojero suizo.
Cinco generaciones de maestros relojeros se sucedieron y el laboratorio artesanal se convirtió en una auténtica empresa.
François formaba parte de la numerosa comunidad suiza que habitaba en la ciudad que atraía comerciantes, banqueros, científicos y artesanos de toda Europa.
Fueron ideados en Nápoles pero eran producidos en Suiza y con este doble pasaporte comenzaron a darse a conocer en Europa, obteniendo la apreciación por su diseño y por la técnica impecable.
El tiempo transcurrió y las riendas del laboratorio pasaron a su hijo Jean, que transfirió la Maison a Bienne, nuevo corazón palpitante del arte relojero suizo.
Cinco generaciones de maestros relojeros se sucedieron y el laboratorio artesanal se convirtió en una auténtica empresa.
Suiza todavía es el corazón tecnológico e Italia el corazón creativo. .
El estilo elegante e impecable que nos ha inspirado desde el principio sigue siendo parte de nuestra identidad.
Modelos históricos como los relojes Chaux de Fonds, el Letout y el Dales nos ofrecen siempre nuevos estímulos para recrear el encanto retro en relojes para lucir diariamente.
Un patrimonio que guardamos en el Museo Philip Watch, una colección de modelos y dibujos que relatan la evolución de nuestro estilo desde el origen hasta la actualidad.
